Ayer tuvimos una gran polémica por una columna que escribí
sobre que los
ciclistas que andan por la calle son peligrosos para los autos. Lo único
que faltó fue que alguien fuera personalmente a pegarme a la oficina. Creo que
mucha gente me malinterpretó: Yo quiero que hayan más bicicletas y gente que se
mueva en ellas a todas partes, pero de forma segura, tanto para quienes andan
en ellas, como para los que se mueven alrededor de ellas (o sea quienes andan
en auto y quienes caminan por la ciudad).Yo, personalmente, trato de irme en
bicicleta cuando puedo al trabajo (mi único problema es que queda bastante
lejos de mi casa).
Cuando me tocó entrevistar a Sussi
Poulsen, danesa que trabaja en la empresa de bicicletas Biomega, me dio una
envidia sana, porque la cultura ciclística que tenían en su país era tan
grande, que todo estaba diseñado en torno al uso de ellas. Políticos y jefes de
empresas iban a sus trabajos en bici. ¿Por qué? Porque podían hacerlo y de
manera segura. ¿Ustedes creen que lo harían si tuvieran que irse por la calle?
Yo creo que no. Creo que al igual que en Chile, habría un grupo que lo haría
igual, pero sin duda Copenhague no sería la capital ciclística del mundo. No.
Yo sé que hay quienes andan por las calles y nunca les ha
pasado nada, pero lo que yo digo y creo y defiendo, es que teniendo una
infraestructura decente en cuanto a ciclovías y servicios de préstamos de
bicicletas, como en algunas partes de Europa y que en
Chile se está estudiando para llevar a cabo, el aumento de la población que
dejaría el auto en sus casas y optaría por las bicicletas sería alto. Entonces,
si de verdad queremos que Santiago sea algún día como Copenhague, hay que
demostrarle a las autoridades lo mucho que necesitamos más infraestructura para
nosotros. ¿Cómo hacerlo? Repletando las pocas ciclovías que hay en la ciudad.
Andando por los parques. Aprovechando las jornadas que algunas municipalidades
están implementando en que cerrando algunas calles para hacer circuitos
exclusivos para los que pedalean. No siendo un talibán radical de la bicicleta
que se tira a donde sea en su bicicleta porque no le tiene miedo a nada.
Esa, es mi humilde opinión.
Y lo que es yo, voy a seguir andando por las ciclovías que
encuentre y por los parques que tenga cerca, porque creo que andar en bicicleta
y moverse en ella hace bien, no sólo para la salud, sino también para el
espíritu.
veoverde.com
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